Una casilla de la tabla periódica estuvo sin nombre durante mucho tiempo. Se encontraba justo en el centro de dicha tabla. Se trataba del número atómico 43. Posteriormente sería ocupada por el tecnecio.
Y no fue hasta el año 1937 que dos científicos italianos lo hallaron: Carlo Perrier y Emilio Segré.
Como fue obtenido de forma artificial, se le denominó tecnecio. De hecho, fue el primero que se obtuvo de esta manera. Por ello lleva ese nombre. Este vocablo proviene del griego y significa ‘sintético, artificial’.
Su impacto en el área de la salud ha sido decisivo. Fundamentalmente, en la medicina nuclear el tecnecio ha tenido una gran aplicación. Ha servido para el diagnóstico de varias enfermedades.
Es muy probable que sus descubridores nunca se imaginaran la importancia que iba a tener el tecnecio para la posteridad en los centros hospitalarios a nivel mundial.
Acerquémonos un poco más a este elemento químico. Uno de los más buscados en la historia por los científicos de todo el orbe.
Tabla de Contenidos
Características y propiedades físicas del tecnecio
En la tabla periódica el símbolo Tc representa al tecnecio. Este elemento químico se encuentra, específicamente, en el periodo 5 y en el grupo 7.
El tecnecio es un metal de transición con un color gris plateado. A su vez, es radioactivo. Tiene un tiempo de vida muy corto.
Veamos sus propiedades físicas:
- Elevada densidad: 11 500 g dm-3
- Resistencia eléctrica: 16,9 µΩcm
- Volumen molar: 8,52 cm3mol-1
Propiedades térmicas del tecnecio
Veamos cuáles son los rasgos distintivos o las respuestas de este elemento químico al entrar en contacto con altas temperaturas:
- Calor de fusión: 23,81 kJ mol-1
- Conductividad térmica: 50,6 W m-1K-1
- Punto de ebullición: 4265 ºC
- Calor de vaporización: 585,22 kJ mol-1
- Punto de fusión muy alto: 23,81 ºC
- Calor de atomización: 678 kJ mol-1
Energía de ionización del tecnecio
El potencial de ionización es la energía que hay que proveer a un átomo neutro, en estado gaseoso y fundamental, con el objetivo de quitarle el electrón más débil retenido. De esta manera, se consigue la primera energía de ionización. En el caso del tecnecio es de 702,42 kJ mol-1.
Para la segunda energía de ionización es necesario quitar otro electrón. Su valor siempre será más elevado que el del primer potencial de ionización. En el caso del tecnecio, presenta una cifra de 1472,38 kJ mol-1.
La tercera energía de ionización alcanza un valor superior a los das primeras. En el caso del tecnecio es de 2850,20 kJ mol-1.
Isótopos
Los tres átomos que forman parte del tecnecio son 97Tc, 98TC y 99TC. Los isótopos, si bien forman parte de un mismo elemento químico, se diferencian en la cantidad de neutrones. Aquí radica su masa atómica relativa. Veamos cuál es la de cada isótopo del tecnecio:
- 97Tc: 96,906 37(3)
- 98TC: 97,907 21(3)
- 99TC: 98,906(6)
Datos cristalográficos del tecnecio
En relación con la información cristalográfica del tecnecio, tenemos que su estructura cristalina es hexagonal. El grupo espacial es P63/mmc y las dimensiones de la celda unidad/pm es de a= 274,3; c= 440,0.
Origen del tecnecio
Los orígenes del tecnecio se deben a un notable científico ruso, Dmitri Mendeleev. El también conocido “padre de la tabla periódica” dispuso cuatro espacios vacíos en su tabla en el siglo XIX.
Uno de ellos fue el que posteriormente ocupó el tecnecio. Justamente en el centro, junto a los metales de transición, el número atómico 43 tomó nombre. A ambos lados del tecnecio se encuentran el molibdeno (42) y el rutenio (44).
Pasaron muchos años, dos siglos (XIX, XX) en la búsqueda de este “eslabón perdido”. Muchos científicos ansiaban ser los primeros en su descubrimiento. Varias veces, exactamente ocho, se trató de descubrir este elemento químico. Pero el resultado siempre fue fallido.
La búsqueda la realizaban fundamentalmente en la naturaleza, por eso no daban con el tecnecio. Sus descubridores lo obtuvieron de forma artificial. Fue un dúo de italianos, Perrier y Segré, quienes identificaron un nuevo material, emergido del ciclotrón.
Se consiguió gracias a la reacción nuclear del molibdeno (elemento 42) en un ciclotrón (similar a una centrífuga). El bombardeo de este elemento químico con deuterones, insertó un protón en el núcleo del molibdeno. Por ello se obtuvo un núcleo con 43 protones que correspondió al tecnecio.
Aplicación del elemento en la medicina
El descubrimiento del tecnecio ha sido importante para la medicina. De los isótopos del número atómico 43, el más reconocido por sus múltiples aplicaciones ha sido el tecnecio-99m.
Se emplea, por ejemplo, en la realización de imágenes médicas (escintigrafía). Específicamente, en la medicina nuclear. Su objetivo, en este caso, es poder dictaminar el funcionamiento de diversas partes del cuerpo humano.
Su administración (unida a otro producto químico) es mediante una inyección. Debe ser una dosis que posibilite la llegada de esta sustancia al órgano o la parte del cuerpo que se quiere explorar.
El tecnecio-99m le da una mayor visibilidad a lo que se está examinando. Se ha utilizado para estudiar, además de los huesos, varios órganos. Entre ellos se destacan los pulmones, los ganglios linfáticos, los riñones, el bazo, las tiroides, el corazón y el hígado.
Otros usos del tecnecio
Se emplea también para impedir la corrosión del acero y el hierro. La aplicación de pocas cantidades de tecnecio en el acero le dan una mayor protección. Este procedimiento se debe realizar en locales cerrados debido a la radioactividad del tecnecio.
También se ha empleado en la química. Específicamente, en algunas reacciones se ha usado como un catalizador. Entre ellas está la deshidrogenización del alcohol isopropílico.
Se plantea que este elemento químico podría ser empleado más adelante en los centros farmacéuticos. ¿Con qué objetivo? Para estudiar los efectos que pudieran tener los medicamentos en el proceso de experimentación.
Se teme la desaparición del tecnecio. Por ello y debido a sus notables aportes en la medicina, varios científicos están en la búsqueda de nuevas fuentes reales de este elemento químico antes de su extinción.
Efectos sobre la salud humana y el medio ambiente
Como cualquier componente químico y farmacológico, debe administrarse con la dosis necesaria. Una sobredosis podría ser perjudicial para la salud humana. Fundamentalmente, la glándula tiroides puede dañarse con la radiación.
El tiempo de vida del tecnecio en el organismo es muy corto (apenas de 6 horas). Por tanto, se plantea que su efecto sobre otros órganos del cuerpo humano es nulo. Al menos no se han encontrado investigaciones que planteen lo contrario.
Como este elemento químico se obtiene de forma radioactiva, no se encuentran en la naturaleza. No tiene ningún rol biológico.
No se ha detectado ningún efecto negativo del tecnecio sobre el medio ambiente.
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